Mucho se venía especulando sobre cómo sería el coche con el que Ferrari celebraría su 70 aniversario y la incógnita se resolvió en Ginebra. Además, con sorpresa, porque la marca italiana ha decidido romper moldes en cuanto a la denominación de este modelo, que pasará a llamarse LaFerrari a secas. La razón. Según su presidente, Luca Cordero de Montezemolo, resume la esencia de todo lo mejor que es capaz de hacer en estos momentos la compañía.

Entre esa experiencia está, por supuesto, todo el trabajo llevado a cabo en la Fórmula 1, incluyendo en ese kwon how la aportación de su piloto estrella Fernando Alonso. El asturiano ha reconocido, vía twiter, que ha participado activamente en el desarrollo, igual que hiciera en su momento Michael Schumacher con el Enzo.

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También igual que pasara con este modelo, de LaFerrari se construirásólo una edición limitada de 499 unidades, muy pocos teniendo en cuenta que ya hay 700 pedidos, por lo que la marca se verá obligada a realizar una una selección muy exigente de los clientes, eligiendo a los VIP, como por ejemplo los mayores coleccionistas de sus coches. Cada unidad costará un millón de euros.